"Todos los avances significativos fueron rupturas en las antiguas formas de pensar"
Thomas Kuhn

miércoles, 24 de febrero de 2010

Ser creativo


Generalmente se piensa que la creatividad es algo reservado a los genios, y que tiene que ver fundamentalmente con la producción artística. Para quienes así lo creen, los creativos son los pintores, escultores, músicos, escritores, cineastas, diseñadores y hasta publicistas, pero no los hombres comunes y corrientes que no tienen nada que ver con esas actividades.

Sin embargo, hoy en día se sabe que ser creativo es algo a lo que se puede llegar, y que está al alcance de prácticamente cualquier persona que sea capaz de desarrollar esta habilidad. De hecho, la creatividad es una de las cinco mentes que el psicólogo Howard Gardner considera fundamentales para poder moverse con comodidad (más aún, casi casi para poder sobrevivir) en este siglo XXI.

Como en Occidente le hemos dado tanta importancia al pensamiento racional, el pensamiento creativo ha pasado a segundo término, en lo que toca a las actividades normales de una persona, tanto en su vida privada como profesional. Se ha llegado a considerar que la lógica es la reina, y que con ella basta para resolver los problemas y tomar las decisiones del día a día. Esto no es así, y menos ahora que el entorno se ha vuelto tan complejo e impredecible.

Así como la teoría de la organización dice que conforme el entorno se vuelve dinámico la estructura tiene que convertirse en orgánico-adaptativa y flexible (al contrario de lo que sucede cuando el entorno es relativamente estable, que la estructura tiende a ser mecanicista y burocrática), se podría afirmar que ante este entorno rápidamente cambiante, hay una creciente necesidad de desarrollar el pensamiento creativo, ya que la mera lógica podría no ser suficiente para enfrentar problemas de creciente complejidad, y situaciones cuya nota distintiva es la incertidumbre.

Hay que tomar en cuenta que estamos en una época en la que los “cisnes negros”, para usar el concepto acuñado por Nassim Nicholas Taleb (con el que designa los acontecimientos que suceden sin que nadie los espere, y cuya probabilidad de incidencia era aparentemente nula o baja), son cada vez más frecuentes. El mundo está entrando a la edad de los “nuncas”, y vivir en un mundo así demanda una mente muy abierta y una gran creatividad.

Todo es posible

El pensamiento creativo se puede desarrollar y ejercitar en la medida en la que se “suelte” la mente, que casi siempre está atada por la lógica y se niega a aceptar que la realidad es más un juego de espejos que una imagen única y fija. Para el creativo no hay imposibles, no hay restricciones ni constricciones, no hay ataduras para la imaginación.

El pensamiento creativo empieza muchas veces por el final, es decir, primero visualiza la situación sin juzgar si es posible o no llegar a ella, y luego busca el camino para alcanzarla. De esta manera, evita que el pensamiento racional eche abajo lo que se pensó, por considerarlo inviable. Durante mucho tiempo se dio por hecho que el ser humano nunca podría volar, hasta que alguien se dio a la tarea de buscar la forma de hacerlo.

El pensamiento creativo lo cuestiona todo, sobre todo lo que se nunca se cuestiona: reta a la lógica, al sentido común, a lo que se da por sentado, y recurre a preguntas como “¿Qué pasaría si…?”, “¿Por qué…?” y “¿Por qué no…?”

El pensamiento creativo es capaz de relacionar las situaciones, los objetos o las palabras más diversos, los que nunca se le ocurriría relacionar a alguien que funciona sólo con el pensamiento lógico, para luego obtener combinaciones o ideas nuevas, a partir de ellos. También hace uso de la analogía y de la metáfora, que finalmente son formas de relacionar conceptos.

El pensamiento creativo está abierto a cualquier idea, sin limitarlas ni en número ni en contenido, sin evaluarlas ni prejuzgarlas, sin desecharlas a la primera, por extrañas que puedan parecer. El análisis para determinar su viabilidad vendrá después.

Existen varias técnicas para lograr todo lo anterior. Lo que es evidente es que en el ámbito empresarial, la creatividad es algo cada vez más necesario. El mundo de los negocios, aunque pudiera parecer predominantemente racional, tiene, debe tener, mucho de creativo, porque los tiempos así lo exigen. Einstein afirmó que “a menos que modifiquemos nuestra manera de pensar, no seremos capaces de resolver los problemas causados por la forma como nos acostumbramos a ver el mundo”.

Por eso la creatividad empieza por ver el mundo de una manera diferente a la que nos enseñaron o a la que siempre hemos aplicado. Esto no es fácil, pero mientras no se haga, seguiremos encerrados en una realidad aparentemente inmutable y predecible que, ciertamente, ya no es la que caracteriza a nuestro mundo actual.

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